4 formas de aumentar las habilidades de resiliencia en el trabajo

Resistir al estrés laboral puede ser difícil, por eso, te enseñamos 4 formas de aumentar tu tolerancia a situaciones estresantes en la oficina
La Organización Mundial de la Salud ha establecido que el estrés es la “epidemia de salud global del sigo 21”, ya que mediante estudios internacionales se demostró que una cuarta parte de los trabajadores del mundo ven al trabajo como la primera causa de estrés en sus vidas.
El ritmo laboral que actualmente llevamos, la hiperconexión y la amenaza constante de desarrollar el síndrome de burnout ocasionan que la preocupación por la salud de los trabajadores sea cada vez más frecuente. En este contexto, construir habilidades de resiliencia para evitar que el estrés laboral afecte nuestras vidas parece imprescindible.
Si bien es cierto que la resistencia al estrés se construye con una suma de muchas actitudes pequeñas, existen algunos comportamientos y habilidades concretos asociados a la resistencia que pueden ser utilizados para aprender a sobrellevar situaciones de estrés. La neurociencia es la encargada de revelar estas 4 formas de aumentar las habilidades de resiliencia en el trabajo:
1) Desarrolla tu capacidad de atención
Si realmente logras poner el 100% de tu atención en el trabajo, reducirás los fallos y las complicaciones que llevan a situaciones de estrés. Algunas investigaciones recientes revelaron que esta capacidad mejora el bienestar general del empleado, su compromiso con lo que hace y la salud integral de la organización.
2) Optimiza la forma en que procesas la información
Es fácil sentirse abrumado por todo lo que escuchamos, hacemos o aprendemos en la oficina con tan solo unos pocos minutos de trabajo. Por eso, desarrollar habilidades para optimizar y comprender de mejor forma la información recibida nos ayudará a liberarnos del estrés. Saber diferenciar lo importante de lo prescindible, organizar los conocimientos y tareas mental y físicamente mediante ayudas mnemotécnicas resultará de gran ayuda a la hora de desarrollar habilidades de resiliencia.
3) Toma descansos
Nuestra energía varía con el día, al igual que la capacidad para concentrarnos en lo que hacemos. Decidir correctamente en qué momento detenerse a tomar un descanso puede ser vital para alejarse de situaciones tensas al enfrentarse a una pila de tareas pendientes cuando nuestra capacidad de concentración se encuentra disminuida.
4) Sé selectivo
Ser ágil para reconocer lo que vale la pena de lo que no es una de las recomendaciones más destacadas que hace la neurociencia. Saber qué merece nuestra preocupación e identificar las batallas en las que no vale la pena adentrarse puede ser clave para salvaguardar nuestra salud mental.
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Fuente: Universia España